Add parallel Print Page Options

Entonces les hicieron señales a sus compañeros de la otra barca para que los ayudaran. Ellos fueron y llenaron tanto las dos barcas que casi se hundían.

Al ver esto Simón Pedro se arrodilló delante de Jesús y le dijo:

—¡Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador!

Es que él y todos sus compañeros se llenaron de asombro por la gran pesca que habían hecho.

Read full chapter